La verdad es que sin la participación de papá hubiera sido imposible tu existencia, papá aporta la mitad de la información genética de quien eres, aporta la fuerza de la vida, que te ayuda a salir al mundo, a crecer y superar obstáculos.
El padre es aquella primera persona con la cual nos relacionamos después de mamá y mas importante aún a través de mamá. Porque es la madre la que propicia o no la relación con papa.
El aporta la autoestima especialmente en las mujeres, enseña a sentirse bien con uno mismo. El padre también nos ayuda a tener salud mental, ideas claras, poder del discernimiento, proceso matemáticos, científicos, conocer y poner límites
Con nuestro padre, tomamos toda aquella energía del mundo exterior, es la energía que nos hace ir hacía afuera, hacía el logro de nuestras metas, hacía los objetivos que nos trazamos en la vida; es esa energía que viene de nuestro padre la que nos ayuda a poner limites en todos los ámbitos de nuestra vida. Cuando solo tomamos a nuestra madre, hay soledad y aislamiento.
Cuando integramos a Papá estamos tomando la energía masculina que junto con la energía femenina que viene de nuestra madre y así unimos ambas integrando nuestra polaridad. En el instante que asumimos ambos padres, estamos equilibrando la energía en nuestro interior y a partir de ahí es mas fácil poder fluir en la vida de manera adecuada y sintiéndonos bien con nosotros mismos.
Me he encontrado en terapia, con frecuencia personas que no conocen a su padre o que fueron abandonadas de pequeñas, esto es parte de un patrón que se repite y que tiene que ver con la vergüenza, el dolor del abandono y el rechazo por parte de la madre de la energía masculina. El padre ausente no es sólo el vacío físico de una figura que no tuvimos, en ocasiones, es también emocional, alguien que a “aún estando” no supo ejercer su rol. Otra de las ausencias del padre es cuando este fallece. En los tres casos la herida e profunda pero no imposible de curar.
En este caso para sanar hay que sanar el duelo del abandono o la pérdida, en muchos casos no se ha vivido el duelo o simplemente la persona se ha quedado estancada en una de las etapas del duelo como puede ser la negación, el rencor o la tristeza, en el ejercicio queremos avanzar a la etapa de aceptación y liberación.
Para hacer este ejercicio es importante que ya sientas la necesidad de santa la relación con tu padre, que permitas y aceptes las emociones que surjan sin juzgarte. Puede que sientas rencor o rabia o tristeza y esta bien, puede que no sientas nada y esta bien también.
Comienza por relajarte, cerrar tus ojos, tomar una respiración profunda, observa el ritmo de tu aliento como el aire entra y como sale, permite que tu cuerpo se relaje mientras llevas tu atención hacia adentro.
Ahora invoca, imagina, visualiza o siente que frente a ti está tu padre y que tu eres niño( no importa si no lo conociste, su energía esta en tu ADN y seguro se manifestará en tu interior, confía en la forma que sea que aparezca, así sea un símbolo y parezca raro). Y este es el primer paso para sanar, el de reconocer que tu padre vive dentro de ti, entonces te pido que reconozcas su energía dentro de ti, tal como se manifieste.
Tal vez quieras decirle en voz alta: “ Papa soy tu hija o soy tu hijo y te tomo tal cual eres, eres mi padre, para mi eres único y verdadero, no hay otro para mi… así lo aceptas plenamente. Tu eres mi padre y yo soy como tu , todo los que estaba en ti cuando me concebiste también está en mi. Acepto que seas mi padre con todas las consecuencias que esto implica . Tomo lo bueno de lo que me diste, confío que tu llevarás tu vida de la mejor manera”.
Observa como te sientes antes de seguir y si ya puedes pasar al segundo paso donde vas a aceptar que te hace falta y que lo necesitaste, “Papa me hiciste mucha falta, me dolió mucho tu ausencia, ahora suelto la necesidad de que alguien llene ese vacío y me abro a la vida” Aquí vas a dejarte fluir en ese sentimiento, permite sentir, deja que salga lo que tenga que salir.
Observa como te sientes y si ya puedes pasar a la tercera etapa, si ya puedes sentir el amor y a agradecerlo.
Para finalizar la tercera fase de agradecer y soltar
Te sugiero que hagas una ceremonia de cierre, donde le escribas una carta expresándole gratitud a tu padre, que la leas en voz alta frente a un amigo hombre que represente una energía masculina importante y luego la ofrendes a la tierra enterrándola o al fuego quemándola. Puedes tomarte una foto con ese amigo o buscar una foto de tu papa o de algún hombre que admires y ponla en tu celular o en tu altar personal o en un lugar donde siempre la veas por 21, mientras le repites “Querido papa te agradezco que me hayas dado la vida, ese es el regalo mas grande que me diste, la tomo y la respeto, hagas lo que hagas y estés donde estés yo me quedo con la vida”. Al final de los 21 días la borras o la quemas.
Si sueltas aquello que ya pasó se puede cerrar el círculo, puede surgir el espacio donde muere lo viejo y nace lo nuevo como dijo Bert Hellinger.
Así despacio puedes venirte regresando. te recomiendo que escribas tus impresiones en tu libreta de notas.
Si quieres compartir tus experiencias con este ejercicio, te invito a hacerlo a través de mis redes sociales, o mi email: shamanikabjini@gmail.com
Si quieres profundizar sobre el tema y te interesa explorar la relación con tu padre podemos hacerlo en linea o en físico según el lugar donde te encuentres.
Cada Sesión de 1hora US$ 43, PayPal , en otras monedas también disponible. Para Venezuela precios solidarios.
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Namaste

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